domingo, 29 de agosto de 2010

DAVID ACOSTA

Quito, 1988

Estudiante de Psicología en la Universidad
Central del Ecuador, es miembro del colectivo literario Ni en pintura.
Prepara la publicación de su primer libro:
Termieternal, con el colectivo k-bezuhela y su proyecto:
Drugos de la Naranja, Editorial.

Se interesa por la literatura gótica,
y persevera en la búsqueda u-crónica y u-tópica,
de un neogótico andino.





Island of the dead

(El inicio de una nueva profecía…)

1

Surcábamos los aires con ángeles perversos,
Sobre el dragón milenario permanecíamos en silencio…
Marchábamos por el inframundo buscando un “idilio muerto”.
Los protervos versos del panteón, los grotescos, los míos…

2

Los Supay paseaban en los prados de idos dioses,
Zeus lloraba el fallecimiento de Grecia…
Máscaras relucían en lujosos bufones…
Ares era el mismo, Hades era la dama…

3

Las noches se abrían a las catacumbas de Marte
Selene se reía con toda vileza… Quilla lloraba.
Retazos de Mesías por los cielos retumbaban,
Pasos del Hijo de Dios por la tierra …

4

Absurdos contratiempos decidieron viajar conmigo,
Anatemas se cantaban en los cielos pérfidos de nafta.
El miasma provocado por la misma espuela y trigo,
Mi letra invocaba a la sensual e inmortal diosa Hera.

5

El tiempo se desvanecía en la Cronópolis,
Los rayos de luz, sables filosos, emanaban sangre.
El cementerio del tiempo carcomía la necrópolis,
Los encanados segundos se arrastraban pérfidos…



6

El maleficio del tiempo putrefacto cobró su ley…
Los prados del valle perdido, la magnífica Atlántida.
Revuelto en nenúfares helados por la cría de difuntos,
Los bosques en vaivén cantaban su tonto remanso.

viernes, 20 de agosto de 2010

JOSÉ ACEVEDO
Quito 1984

Es licenciado en Comunicación Social, por la Universidad Central del Ecuador.
Se interesa por la poesía minimalista
y estudia a los poetas vanguardistas ecuatorianos,
a Jorge Carrera Andrade en especial.



CICLOS

I

El arrullo del viento
trae respiro;
si las hojas de las nubes caen extasiadas
el árbol lloverá en verdor.


II

Tu faz en un segmento lunar:
en el fulgor yace tu cuerpo.

Tus huellas permiten
el suspiro, la libertad.


III

Recorriendo océanos de fuga,
las olas marean.

Profundos matices de su cabello
se enredan con mis pensamientos.

Que mi silencio no perturbe estallidos
y la tibieza de esta magia sea infinita.


IV

Titila el relámpago,
mis llagas lastiman su burbuja
ahora su magia
oscurece.


V
Glaucas sombras cobijan al sueño,
espectro azulado sobre la sábana,

quizás la niebla

embarque al astro que despierta…


VI

Cavo tumbas para mis huesos,
coso mis manos con voz ajena,
creo espejismos
mientras mis ojos juegan a ordenar
luna y estrellas
en la lumbre.

Magnetismo
que bifurca
la muerte de mis sueños.

lunes, 16 de agosto de 2010

PABLO FLORES CHAVES (Quito 1988)

Estudia en la Universidad Católica, Geografía y Medio Ambiente.
Integra los talleres de la CCE dirigidos por el poeta Diego Velasco
Forma parte del colectivo poético Sexo Idiota

Ha sido publicado en Anthology of Poetry by Young Americans. Grand Rapids, Michigan. Estados Unidos (2002).

Ganó el primer lugar del concurso Poeta vs. Poeta. Cafélibro (2008), y el segundo lugar en la categoría tercera del Concurso Literario Día del Libro y la Rosa (2009). Premios helados que no consagran el espionaje del mar.
Es creador del fanzine píldora de estrella.


(Quizás la ceguera del blanco tupir en el invierno es tan solo el intento fallido del verso por presenciar el vertedero de los niquelados paraguas)
La ley invertida de lo inerte en la secuela del sueño lavado en sal acerca al rostro imaginario  que tal vez pudo tener un deslave en cera y no en la prórroga del tiempo.


(Se ha devastado la permanencia de los conductos aferentes en una bestia adorando a su misma peluca enrojecida, queriendo callar la auscultación de su imagen y semejanza al primer parto)
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Si dios tiene células
el orgasmo de la masa es un simple empujón 
entre una extremidad bipolar de antaño 
y la subrogación de deletrear un plano en blanco
obstaculizando el sabor de la pólvora.


( el mestizaje del otoño: somos el uno para el otro, como un bebe de silicona, abandonado a la perturbación artificial de los retazos que manchan de día y noche la misma calavera tibia, profunda entre los laberintos que aclarecen  la riqueza de la sangre enterrada)

miércoles, 11 de agosto de 2010



APAGA LA RADIO

Hace mucho  esperaba este momento, le tenía rabia a esa   perra. Desde que llegué a trabajar allí la muy desgraciada  quiso verme  la cara de estúpida. A espaldas mías  hacía y deshacía y frente a mí actuaba como que si fuese mi mejor amiga, era de lo peorcito.
Cansada de meter intrigas a los jefes y que ellos no le hicieran caso, empezó a utilizar como excusa la radio que la apagara antes de salir, me daba  coraje porque escuchábamos lo que a ella se le antojaba y el tema del radio era solamente para provocarme. La maldita frasecita cada vez lograba enloquecerme.
Un día no aguanté, frente de compañeros y jefes le corté la cabeza. Ahora estoy en la cárcel pagando mi condena, a veces mis  compañeras me visitan; dicen que le di gusto. No lo creo así, la vida en la cárcel es llevadera, acabé con la maldita que más puedo pedirle a la vida.

miércoles, 4 de agosto de 2010


Dejo ante los ojos de todos y todas, la poesía del compañero Enver Álvarez y disfruten de sus textos cargados de una sinceridad profunda y de todos los sentimientos y miedos encontrados en los cajones del alma.  
...  

Un trago de iras
con un tabaco de furia
cuando se respira
en negro
y se siente el gris
y la vida
te lanza
su gran carcajada
con su amalgama de deseo
y una media de luciérnagas
en la garganta.


Las cosas que no se pueden cortar

Ya no era suficiente
ni la tijera
ni la navaja
ni el viejo serrucho del abuelo
para cortar los cabos
que me ataban a ti
tu recuerdo me crecía
más rápido que la barba
y más denso que el cabello.

No había respuestas
ni quería hacer mas preguntas
y decidí un cambio de look
asi es que hice una trenza a mi vida
y otra a tu recuerdo.


Dedicatoria

Cuando comienza
el verso con un recuerdo
que se remoja
con la tinta del cuerpo
la dedicatoria
tiene los clavos que atan
y los vertices que nos rompen

Cuando no se puede poner
ni la primera inicial
a las cuatro letras
que nos habitan


...

cuando me vistan
de ataúd
conversaré
con los gusanos
si les gusta
mi carne
porque son analfabetos
para leer mis miedos
y ahí solo ahí
seré ecologista
porque abonaré
y reciclaré el suelo
con mis huesos
y mi sangre mojará
y secará en tus pestañas.



Tabaco

Existe un sonido
en el vacío
que se parece
a la ceniza
que deje ayer
cuando
a mi mismo
me fume.
 

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