miércoles, 26 de mayo de 2010

La Casa del Poeta Peruano ha publicado el trabajo del compañero
 Freddy Ayala Plazarte 

"LA METÁLICA LUMINOSA"
El eterno retorno a la vanguardia Ecuatoriana, 
un homenaje al poeta vanguardista HUGO MAYO 




NOCHE EN EL ESPACIO

La palabra que se busca
en el grito de los astros
En la esquina arrepentida
y siempre en el oro
que destila obscuro
Reuma del remolino
en la nebulosidad
Ser el lucero empalizado
pero ser el insatisfecho
de la época
sin la respuesta del día
que amontonó las aguas

viernes, 21 de mayo de 2010

IV Festival: Palabra en el Mundo
"La diversidad hace más ancho el mundo"
Martes 25 de Mayo 
"Esencia de la Poesía"

IV Festival: Palabra en el mundo
Con la participación de jóvenes poetas de los talleres literarios 
de la Casa de la Cultura Ecuatoriana "Benjamín Carrión"
Coordina: Diego Velasco Andrade

Cafélibro
Leonidas Plaza entre Wilson y Veintimilla
20:00
Entrada libre

Vorto en la mondo, Palavra no mundo, Parola nel Mondo, Worte in der Welt, Rimayninchi llapan llaqtapi, Paraula in su Mundu, Cuvânt în Lume,Parole dans le Monde, Ordet i verden, Word in the world,Palabra no mundo, Ñe’ê arapýre, Paraula en el Món, Chuyma Aru,Koze nan lemond,Kelma fid-dinja,Milim ba ólam, 
Nagmapu che dungu



lunes, 17 de mayo de 2010





Por tercera ocasión se publica en Veracruz-México un trabajo que agrupa literatura ecuatoriana, la revista Nueva época dirigida por Raúl Hernández, en su primera edición: fue la narrativa contemporánea, en su segunda edición el ensayo del poeta vanguardista Hugo Mayo, en esta ocasión una muestra emergente de novísimos poetas jóvenes (parte de la selección Premonición a las puertas), varios con publicaciones y otros sin publicaciones, con las imágenes del artista visual ecuatoriano Pedro Herrera Ordóñez
                     Si quieres descargar la revista presiona aquí
Novísima Poesía Ecuatoriana
Por Alberto Hernández Vásquez
Subdirector "Revista de Literatura Contemporánea"


La revista Cultura de VeracruZ, en su número 55, de mayo de 2010, recoge la muestra Novísima Poesía Ecuatoriana, realizada por Freddy Ayala Plazarte; de quien puede consultarse su ficha bibliográfica en las páginas del número 52 de la revista Cultura de VeracruZ, en donde dio a conocer su profundo estudio: “El eterno retorno a la vanguardia ecuatoriana. Homenaje al poeta vanguardista Hugo Mayo”. Ahora, en esta ocasión realiza las notas, recopilación y selección de los jóvenes poetas ecuatorianos, como un importante y trascendental prólogo.

Se trata de una antología de poetas nacidos a partir de 1979, como Oswaldo Calisto Rivera 1979-2000,  “Cachibache”. Una verdadera revelación y homenaje a este autor,  casi de culto, entre las nuevas generaciones. Sin duda alguna, destaca la rebeldía y el atrevimiento por reformar el estilo literario. Puede apreciarse su fuerza arrolladora en el empleo de las palabras: “Vuestro espía acordona un veneno de espigada claridad Y el gafete de cándido murmullo apareja al reinado Pelirrójese, he aquí la victoria de tilos en vuelo ¿habéis preferido el álbum al farallón empotrado? ya os comenta el bravo relente que en lo alto mece al afrecho pues excelencias, a bien comprobar pueden los arcanos de una inmensa gloria Si, aquí vuestro caudillo hinca la mollera”.

Juan Carlos Astudillo (Cuenca, 1979), se permite continuar con la tradición de la lamentación: “¡Somos los elegidos! –recordamos–, los encargados de / embriagar, drogar y fornicar la fe…de patentar un nuevo. / Dios…una nueva religión…”  En cambio, Johanna López Santos (Quito, 1979), lleva a cabo un recorrido hacia la desintegración de los sentimientos: “No sé qué valía representa la tristeza…. /  ahora /  cuando la soledad /  cubre párpados disecados, /  ojos desapacibles y mejillas mojadas; /  no hay punto de llegada /  ni de partida.”

Entre estas búsquedas extrínsecas de la forma poética destacan las imágenes de  Juan José Rodríguez (Quito, 1979): “La vida prefiere perseguirse a sí misma / bajo lunas que sienten coronarse de yedras. / Yace el cuerpo en el claro distante.”  La prosa poética de Carlos Luis Ortíz (Alausí, 1979): “Verter en la ruina de los espejos los escombros de una lágrima. Considerar al miedo como un parpadeo necesario e imposible, pedirle a alguien que detenga el cuerpo antes de la caída y si es posible que zurza las cicatrices antes de la lástima.”
Por Rocío Soria (Quito, 1979), se consiguió el extraordinario contacto y la promoción de las letras actuales de Ecuador. Lo cual permitió el encuentro con su propia poesía: “Dios arrojaba un vómito de sangre, / un vómito supremo, / hablaba con su habitual tendencia al secreteo / se visitaba con el espanto que producen las visitas inesperadas, / se rendía ante sí con el arte histriónico de su confesión. / Dios supremo, Dios de exterminio”.

Alexis Cuzme (Manta, 1980), colabora con algunos de sus versos. Es conveniente leer en voz alta el siguiente poema: “Soy un diario sin tachaduras / que no cabrá en tu entendimiento, / una pulcritud superior impenetrable, / una desleal combinación lexical / para arruinar la convivencia. / Y no hay remordimiento, / porque cada letra suturada / entre sí, / se volvió mi cédula / de invisibilidad”. En esta línea de búsqueda de la identidad, César Eduardo Galarza, (Guayaquil, 1981), propone que: “No ofendamos al encuentro de nuestras carnes / con glotonería lírica y estéril. / Ha cesado la etapa del cortejo / ¿por qué prolongar la falsedad?”

Dentro de estas reflexiones, David Sánchez Santillán, (Quito, 1981), contempla: “Día tras día, / un solo sosiego, / oscura aberración”. César Eduardo Galarza  (Guayaquil, 1981), enfrenta convincente la objetividad de la: “Arena desvanecida / Atrás queda el puerto, / atrás los seres que exigieron tu presencia.” La necesidad vital del diálogo de  Sebastián Lazo (Cuenca, 1982), quien narra un fragmento sentimental: “Apresuro estos días, lluvia y ciudad. / Siento en el aire un empujón de la vida / y aquel que mi pecho martilla / despierta con ansias de fuego.” 

Sin embargo, Dina Bellrham (Milagro, 1984), intenta desafiar a la soledad: “Necia la médula / que fermenta mis pestañas / de buscarte a hurtadillas / cuando la noche muere / y tu voz disipa febrículas”. La señal del paso del tiempo deja sus huellas en la juventud de  Andrea Samaniego (Quito, 1985): “He cronometrado mis movimientos por años, / hasta la música que ahora te explota en la nuca. / Apenas si te mueves hacia delante”. Las sentencias de Wladimir Zambrano (Guayaquil, 1985), definen la existencia de la creación: “Feliz sea el hombre que respira su ceniza, / que como una suerte de Dios”

La tragedia de la caducidad permite a Tyrone Maridueña (Guayaquil, 1986), escribir los versos: “En esta hora / La verdad se convierte en una enfermedad de los dioses / Los hombres desean reconocer la cura. / Pero su cuerpo / No es más / Que carne y memoria.” La actitud del papel femenino como una lógica diversa y fundamental de Carolina Patiño (Guayaquil, 1987-2007): “Mujer de espíritu vaciado / por una pérdida /
algo lejano su rostro / abruma a mis pupilas / hechas piedra / débiles ojos cansados de llorar / evaporan su esencia.”  

El papel trascendental de la función y el empleo exacto de cada palabra, con la cual  Cecibel Ayala (Cayambe, 1986), expresa que:  “Solo basta un momento para que la intensidad y la duración / liberando ese antaño grito contenido / en la garganta.”   La indagación de Edison Navarro (Quito, 1983), sobre los principios, conocimientos y realidad, en la que: “Se ve a los ángeles fornicar, / ruedan botellas y retazos de alas con carne / la orgía se desató en el paraíso.” En este sentido lúdico, Yuliana Marcillo (Chone, 1987), consuma su visión literaria de vencedora: “Sin tetas ni caderas, / conquisto a mi modo.”  Todo corresponde a lo que Ezra Pound solicitaba sobre que: “Los poetas son las antenas de la raza”, y antes Martín Heidegger planteó: “La poesía es la fundación del ser mediante la palabra”. 

Se  debe mencionar y destacar que esta entrega mensual de Cultura de VeracruZ, está ilustrada por el artista visual Pedro Herrera Ordoñez, Carchi, 1956. Dentro de las propuestas de esta revista independiente, la principal desemboca en la promoción de los jóvenes escritores de México, América Latina y España. Por lo cual, los lectores tienen la oportunidad de aproximarse a sus páginas en representación virtual, a través de su descarga en el blog: http://nuevaepoca.blogspot.com/, como una forma de enlace sin fronteras, ni aduanas o censuras institucionales, en la libertad única de las palabras.     

martes, 11 de mayo de 2010


Desalojo

Somos la distancia entre desaparecidos
esa suma brutal de pájaros inertes
donde llueven estacas,
rifles disparando dedos

Abrimos el telón para que inicie este teatro de pulgas,
desalojo de cuerpos que no caben en el pecho,
somos una fosa común
el zumbido de una mosca devorando pupilas
una botella de huesos.

Sumamos lo mismo que un enfermo
a las filas de esta marcha de encías
donde se arrincona un perro

Somos un ábaco de dientes
el cálculo de cruces
para llorar al feto de la ventana


que ahora SOY. 



Ser


Hasta hoy,
              lo que sé de existir,
                                      es dejar el mantel lleno de migas.



Decreto

La memoria es el cuerpo del dolor
que luego se hará carne
resucitará al tercer día
para toda la vida
y andará por sobre nosotros
para recordar nuestros pecados
y hacernos la vida eterna.


Amen.



lunes, 3 de mayo de 2010


Por. Cristian López. T
Solamente desde la oscuridad a la que me encuentro sometido puedo escribir estas letras que están marcadas por la historia. Solamente desde esta siesta a donde me condujo la poesía podrán salir letras tímidas e ir tomando forma de poema. Solamente desde el recuerdo de Jorgenrique Adoum podré escribir este artículo que rememora el encuentro con el poeta, con el maestro… con el silencio.

Solamente la noche es el espacio donde la pluma toma contacto con el café y la inspiración adviene a mis sentidos como un avión o un velero que busca un cuerpo de quien poseerse e insuflar las sensaciones más hermosas. Y solamente la noche me susurra los recuerdos de aquel  1926, donde Ambato recibió entre sus brazos al ciudadano que combatiría a su tiempo y dialogaría silenciosamente con la historia. Con su pasado ronroneándole la hoja en blanco, pues es Ambato la ciudad que solo existe en el tiempo y la palabra.

Desde muy joven Jorgenrique tuvo que luchar con el destino. Fue bachiller en la escuela jesuita, estudio Filosofía y Derecho en la Universidad Central del Ecuador y a los 20 años fue secretario personal del poeta chileno Pablo Neruda, quien de la mano le hizo reconciliar con el Ecuador Amargo a quien tanto amó.  

La poesía de Jorgenrique ronda los espacios subrepticios del ser humano, indaga rompiendo la métrica y acercándose de una manera directa a la conciencia humana, su voz poética es la del hombre que amó a su tierra: …yo quería dormir, quería haber llorado/ con los párpados puestos en mis necesidades,/en lo olvidado, retroceder a alguien, a ella, a mí, a nosotros/dispersos: y solamente encontré al indio,/ dueño de su desesperanza y de su abismo…

Dice Hernán Rodríguez Castelo, uno de los críticos más importantes del país, sobre la obra de Jorgenrique en Ecuador Amargo: “significó la revelación de un gran poeta, maduro a sus veintiséis años… lenguaje personal, ancho aliento y visión amarga para iniciar el canto a la áspera patria…”

Los recuerdos en Jorgenrique tienen un tinte gris, el recuerdo de Las notas del hijo pródigo son el llamamiento de la infancia, marcada por las constantes injusticias sociales, además que  vivió en carne propia la II Guerra Mundial (1939). “El adolescente Adoum despertó a la historia con los lejanos bombardeos de la guerra mundial”. Por tanto, la función de la voz poética en Adoum es evocada desde el silencio que produce el pesimismo de estar lejos de su maniatada infancia, que para Cioran este sufrimiento es instrumento para la obtención del conocimiento. 

Un poeta que vivió la poesía intensamente. En una entrevista, publicada por la revista El Búho (2007),  ante la pregunta si el escritor tiene un compromiso, su repuesta fue simple, sin tensiones ni escepticismos ideológicos: “El primer compromiso del escritor es con la literatura, de nada sirve la más grande obra revolucionaria si no tiene su propio valor literario”. Por eso su obra ha desbordado los más grandes matices de la poesía. La palabra era su instrumento para indagar lo profundo del ser humano, las vicisitudes que acarrean los problemas sociales, así la palabra se convierte en la espuma que debemos desechar de nuestra boca y darle una figura, hay que reinventarle.

Ante todo, es preciso ordenar la infancia/como un país disperso, evoca el poeta en el poema Resumen de la infancia, Los versos de Jorgenrique recorren las noches sin imágenes, noches vivaces, reflexionadas, son noches donde la poesía ronda los escondrijos más absortos del ser humano. 

Jesús Ledesma irrumpe en el concepto de persona, aduciendo que: “El hombre se ha cuestionado siempre por qué hay cosas, quién soy. Ha observado que las cosas son en cuanto difieren y que estas diferencias  le dan su gran riqueza al cosmos. Poco a poco va descubriendo que la realidad dentro  de su complejidad es análoga”. El concepto de persona y de patria son las constantes en la poética de Jorgenrique, ¿poesía antropológica? Quizá, pero sabemos que su poética, también su ensayo, confirmó que fueron obras individualistas. Odió con profundidad la poética mentirosa, artificial, la que se prepara para ganar premios, reconocimientos y no la que desnuda al ser humano, Jorgenrique encontró en la poesía el vehículo para poder confesarse, para recrearse como ante un espejo el hombre qué fue. 

Los cuadernos de la tierra, una de las obras completas que se han escrito en el Ecuador. Un libro experimental, casi un juego elegíaco, es un canto a la patria triste, remendada, crucificada por la transculturalización que sufrió nuestra historia, la lacerada; por eso, Los cuadernos de la tierra son lamentos, según Vladimiro Rivas, la épica de la derrota. 

Soledad, aquí nos recibió la noche, el primer verso del poema Los orígenes, devela el camino por donde las imágenes poéticas van a vagar en busca de la memoria incrustada en el olvido. ¿Por qué Cuadernos de la tierra? “de la tierra emerge el hombre que será héroe de estos cantos. Por ser, entonces, los cantos al hombre de la tierra, están poblados de elementos telúricos”.

Adoum, quien a los 34 años ganó el Premio Casa de las Américas, realizó su monumental obra: Dios trajo la sombra.” Octavio Paz, refiere el mismo poeta en la introducción a los cuadernos de la tierra, prefería este cuaderno a todo el resto, quizá porque el descubridor se asemeja al poeta en su aventura, cuando arrastrado por su destino, más que por el río, no puede volverse atrás ni detenerse”. 

No hay duda que con la muerte de Jorgenrique, Ecuador pierde una de las voces poéticas importantes en América Latina, pero no cabe duda que jóvenes poetas estén irrumpiendo con su voz los secretos de los nuevos lenguajes poéticos, el sueño de Jorgenrique. Por eso, no cabe permanecer en la noche sollozando su partida. Y también no es tan cierto lo que sostiene Huilo Ruales (escritor ecuatoriano) que los poetas no mueren nunca. Así se tenga la idea que los poetas son como semidioses también necesitan de la muerte para sentirse humanos, lo que queda de ellos es su poesía, sus versos, esa lucha constante con las palabras.

Jorgenrique, antes de su partida, pidió que se lo recuerde como un hombre bueno, un amigo; y así se lo recordará. Por hoy solo nos quedan sus maravillosos versos:

…Mentira, corazón, todo/miente acerca del odio establecido./En el principio era el pueblo, su raza/de maravilla, y el será hasta el final.

En estas temerosas líneas que se abocaron en rendir tributo al Jorgenrique Adoum deambula un silencio que evidencia la existencia de un poema…
                                                                                                   …escrito en la memoria.
¡Qué el poema lo reconstruya! 



tomado de la revista: NOVA littera 
(Revista de la Escuela de Ciencias del Lenguaje y Literatura)
 

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