martes, 1 de junio de 2010


nueve
una serpiente ígnea se revela ante mis ojos
desgajados en la cascada que impide ver mi rostro
hierbas surgen de la amapola
                                                      que destruyen mi juventud

tijeras emergen del álamo de la luna

             S                         E                                   N       
                E          P     I        N   T               Í    G      E
                     R                                E                               A

retorcida en la atadura de mi cabello
sombra que divagas en el centro del poema
paloma herida en el labio esotérico de la noche

¿Dónde se encuentra el estanque que destruye el pasado/
dónde los cuerpos recaen como valles cimentados en el portete de la lágrima? 
Tal vez, en el suicidio que recuerda el labio esperpento 
de uvas
              de caracoles entumecidos en hembras solas
              de nubes moviéndose en lo alto del sueño 
              tratando de sostener los pecados que amamantan a sus héroes,

        …de huesos perdidos en su taller de luz…/

                 “OJO ENDEMONIADO ¿dónde tu diente?”


diez
son los círculos maniatados que perecen en la hoguera de la terraza baldía, los zapatos abandonados en el llanto del fantasma que fenece a lo lejos, el interminable candado que cimbra al ave degollada

son los círculos que danzan en el rostro envejecido del olvido

¿en qué oscuro cielo el vaho reminiscente de la lluvia aparece en la ventana, sin luz y con una flecha en la lengua?

Los caracoles entumecidos recrean una sombra debajo de las nubes que van tomando forma en las aguas dormidas que sangran sobre los crines de la demencia
                                                                     en las aguas frágiles invadidas por cuerpos desechos en labios adornados por frutos inquietos

son estas muertes que nos consumen la rebeldía de la vida
que nos torturan las mejillas danzantes de potros rosados
que se posan en los cabellos hirsutos
y penetran en el secreto silencio convertidos en ocio

ELEVARNOS ETERNAMENTE DEL CIERZO ABATIDO EN LA CARNE
ELEVARNOS y decaer en el grito hambriento de ciudades heridas
HACEREACER/CRECER con las manos magulladas en la historia, agitar nuestros brazos en el florero urdido por colores enigmáticos (considerar al mito como la conjugación de la naturaleza concebida en el pecado)
morder la noche,
                                 saber que existimos en nuestra angustia




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto la poesia de este joven artista... felicitaciones a Edison por su blog!!!

UMBILIKAL dijo...

Hola
Gracias por ser parte del umbilikal y comentar las entradas de los amigos y amigas poetas, te invito a seguir leyéndonos, próximamente se iniciará con una serie de poesía de los Tzántzicos y otros grupos de los 60 y 70 y claro continuaremos trabajando en la publicación de la nueva poesía ecuatoriana

Un abrazo fuerte

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